sábado, 14 de marzo de 2009

Las grandes proezas de la memoria


Este año me regalaron un calendario de mesa de Mario Benedetti.


Hoy vino a comer, como casi todos los sábados, el pequeño de mis hijos a casa. Se fue pronto y luego de recoger y fregar y demás cosas, me puse a tomar tranquilamente un café (descafeinado de máquina) con leche. Me fijé y vi que no había pasado las hojas desde el jueves y lo puse en su fecha, sábado. Seguí tomando el café y la vista volvió al calendario y me encontré con un trozo de un poema que dice:


"...la gran proeza,

la mejor hazaña

de la memoria,

es olvidarlo todo"


Estoy convencida, solo Benedetti puede ser capaz de decir tanto con tan pocas palabras.


Y me puse a pensar, a dejar volar la cabeza en esas cuatro líneas....


¿Cuál es la misión de la memoria? No soy una científica, es evidente, no tengo datos comprobados ni cosas por el estilo. Solo dejo volar la mente y que fluyan las ideas y los pensamientos como deseen....


Yo pensaba e intentaba escudriñar en mi propia memoria. Recordé que hace tiempo me di cuenta de que hay etapas de mi vida, sobre todo de mi infancia y de mi adolescencia, que tenía totalmente en blanco, como si no existieran... Realmente no recordaba absolutamente nada de esos detarminados momentos.... ¿Malas experiencias? Si, algunas si, algunas lo fueron y durante muchos años siguieron apartadas de mi cabeza; mas tarde, aún no hace tanto, conseguí revivir algunas experiencias gracias a la escritura automática; recordaba con persistencia una frase de mi madre y yo no sabía por qué la había dicho... Y lo supe. Y me entristeció... Y otros datos que tampoco recordaba, fueron apareciendo a continuación. Es como si hubiera abierto la espita de los recuerdos... Es verdad, conseguí comprender muchas cosas, incluso cosas que habían influenciado en mi manera de ver la vida, de actuar en ella, de pensar y de sentir.... Pero no me gustó. No vi que me hubiera beneficiado en nada recordar lo olvidado, todo lo contrario. Me hizo sentir mal.... Y de nuevo, inconscientemente, sin casi apenas darme cuenta, volví a meter todo en el baúl donde antes estaba guardado.


Y hoy, leyendo esos versos, volví a revivir la experiencia. Y comprendí que eran totalmente ciertos.


Ya se que las experiencias de nuestras vidas tienen una influencia en ella, buena o mala, pero la tienen....... Sin embargo, la memoria tiene una cualidad grandemente cualificada: OLVIDA.... No comprendo por qué a veces los psicólogos o psiquiatras se empeñan en rebuscar en el pasado; se que intentan hacernos comprender que somos como somos porque aquello, entre otras cosas, fue lo que nos pasó. Pero ¿de qué sirve saberlo? ¿vamos a cambiar por ello? ¿vamos a ser mejores personas solo por recordarlo? No, estoy convencida de que no. La memoria es inteligente, borra de nuestras cabezas lo que puede dañarnos; sigue estando ahí, evidentemente, pero lo aparta, como si nunca hubiera ocurrido. Y consigue que algunos dolores queden olvidados del todo, que el daño se aparte de nuestras vidas para poder continuar adelante. Y continuamos, incluso mas ligeros de carga, mucho mas ligeros. Quedan pequeñas sensaciones, como recuerdos atávicos del pasado, pero la memoria nos enseña a apartarlos de un plumazo porque solo son una carga, una rémora para continuar el camino...


Cuando volví a recordar lo que tenía olvidado, volví a sentir dolor, angustia y hasta una cierta desesperación, porque ya nada podía evitar lo que ya estaba hecho, lo que ya había pasado. Si, es verdad, también es verdad que comprendí algunas de mis reacciones ante determinadas situaciones de la vida. Pero realmente, no me aportó nada nuevo, nada que me hiciera sentir mejor, nada que me diera mas fuerza para continuar, nada que me iluminara el camino, nada... Solo sentía desasosiego, intranquilidad, negatividad..... Nada se podía cambiar ya, nada se podía evitar; lo ocurrido ya había ocurrido.... Nada se podía borrar... Yo no....


Pero la memoria, si.


Y necesitaba que así volviera a ser. Y entonces casi tuve una iluminación. Intenté perdonar, perdoné todo lo que pude y hasta me perdoné a mi misma............. Y dejé a la memoria hacer su trabajo........Y lo hizo........... Borró todo de nuevo, volvió a enterrar el dolor, la incomprensión, la angustia de no comprender.......... Y respiré aliviada. Volví a ser la que era, con la carga aligerada.


Y hoy, leyendo esos versos, comprendí lo sabia que realmente es la memoria.... Ni siquiera ahora mientras escribo recuerdo nada de lo olvidado, se que está ahí, pero nada de ello viene a mi memoria......... Y me siento tranquila, casi en paz conmigo y con el pasado.


Es sabia la memoria, lo es. Sabe que el pasado ha quedado atrás, que ya no existe. Sabe que tenemos que construir nuestro HOY y nos quita del medio todo lo que sobra, todo lo que estorba, todo lo que nos pudiera hacer caminar lentos o incluso no caminar....


Son una gran proeza las hazañas de la memoria, si....