viernes, 20 de marzo de 2009

Si fuese capaz.....


Es asombroso la cantidad de personas que viven atadas a la infelicidad pudiendo evitarlo.

"Necesito algo mas", "no puedo seguir el camino que quiero", "si yo pudiera...", "si fuese capaz...", "quizá mas adelante...", "ahora es imposible".......... y así, de una manera interminable, surgen una frase y otra frase y otra frase en una persona y otra persona y otra persona...

Tengo un amigo que de vez en cuando viene a consultarme sus cosas y, de paso, a hablar y hablar de sus búsquedas, deseos y anhelos. Cuando lo conocí me pareció un hombre sencillo y cabal y nada mas. Pero a lo largo de los meses que llevo conociéndolo mi asombro y admiración hacia él fue creciendo en cada visita. Sigue siendo el hombre cabal del primer momento, pero su interior es a la vez sencillo e inconmesurablemente ansioso de aprender en la vida y de la vida y de crecer cada día como persona. Tenemos grandes charlas junto a la pequeña mesa camilla de mi "salón". Su vida está en los barcos y en la mar y con un interés y unas ganas que asombran, fue escalando niveles a fuerza de estudios y preparación. Hoy me hablaba de lo que le gustaría hacer cuando dispusiera de tiempo para ello: Estudios de Arte, Diseño, Decoración.... Tiene un espíritu tan amplio como sus manos de fuertes y gruesos dedos que no temen al trabajo.

Cuando mi amigo viene a casa, deja en ella, al mismo tiempo, un aire de esperanzas y sueños inacabados.

Solo le falta una cosa a mi amigo: aprender a quererse a sí mismo.

¡Es tan difícil, a veces, quererse a uno mismo!... Porque ese amor implicaría muchas cosas que, a veces, da miedo enfrentar. Si te quieres lo suficiente sabes que aquello que deseas con el corazón es aquello que realmente necesitas para ser feliz. Pero, también a veces, sabes que tu propia felicidad implica muchas renuncias y muchas "cosas" que tienes que dejar atrás. Y eso asusta y preocupa y produce ansiedad y entonces te escudas en que no es el momento, en que voy a esperar a que el hijo tenga 14 años y luego a que tenga 18 y después a que ya tenga un trabajo; piensas que si no estás siempre delante todo se puede venir abajo...y tú detrás. Y no nos damos cuenta de que no somos imprescindibles, no pensamos que la vida no nos necesita para continuar, no queremos ni imaginar nada de ésto. Porque si pensamos que es así, que realmente es así, ya no tendremos excusa alguna para seguir nuestro camino, nuestro auténtico camino.

Me canso de repetir y repetir y repetir que la vida continúa exactamente igual sin nosotros, que nuestros hijos no necesitan que estemos las 24 horas a su lado cuando ya tienen 15 años o mas, que eso les agobia, que lo que quieren es que estemos cuando realmente así lo necesitan, cuando lo reclaman aunque sea para una tonta discusión o para hacerles ver que las normas se siguen manteniendo incluso en la distancia. Valen mas 2 o tres horas intensas cada 2 o tres días, que 24 de cansancio y agobio.

Mantengo machaconamente que la vida es un regalo y que los regalos son para gozarlos. No te pueden hacer un regalo y tú devolverlo casi sin uso y negligentemente cuidado. No. Tienes que devolverlo completamente gastado de tanto usarlo y disfrutarlo. Pero, por dios, ¡hay tantas cosas que ver y tantas que aprender y tantas qué disfrutar! ¿Cómo nos vamos a permitir el lujo de dejar pasar los años inútilmente? ¿¿Esperando...qué?? ¿Cuántas cosas vamos dejando aparcadas a lo largo del camino? ¿No nos damos cuenta de que ese camino JAMAS lo volveremos a recorrer?

Soy creyente, pero cada día estoy mas convencida de que las religiones han mutilado parte de nuestras vidas. La idea del sacrificio, la idea de la renuncia es constante en todas ellas. ¿¿Por qué?? No lo encuentro necesario, casi nunca es necesario. ¿Sacrificar los mejores años de aprendizaje de una vida en aras de qué? ¿Renunciar a nuestro camino para crecer como personas por quién? ¿Por la pareja? ¿Por los hijos? Comprendo, comprendo perfectamente, porque soy madre, que si has decidido tener un hijo, o dos o los que sean, es evidente que tienes que cuidarlos, alimentarlos, procurar que se preparen lo mejor para enfrentar el futuro y, sobre todo, enseñarles a crecer en humanidad... Y creo que, precisamente, ésto último es lo mas olvidado... Crecer en humanidad es aprender cada día que los demás cuentan tanto como nosotros, que somos libres de escoger nuestras vidas, que tenemos que tener la libertad suficiente para seguir nuestro camino o nuestros caminos, que todos son tan libres como nosotros, que respetamos tanto su libertad como ellos tienen que aprender a respetar la nuestra....

¿¿Y por qué ese empeño de seguir martirizándose junto a una persona que no te aporta absolutamente nada?? No es justo para ninguno de los dos y, sin embargo, ahí se continúa, un día mas, un mes mas, un año mas.......... Y creces, si, pero creces en negativo, con la clara sensación de pérdida, sabiendo que el tiempo corre en tu contra... Creces en negativo...

Me emociono cuando alguien viene a mi y me dice "hasta aquí he llegado, María, necesito continuar sola/o, mira cómo pueden ir las cosas".... No, ya se que no es una decisión fácil, porque yo también la he pasado... Pero cuando alguien decide que ha llegado su hora y que el camino prefiere recorrerlo a su aire, en su propia búsqueda de la felicidad, entonces no puedo dejar de emocionarme y alegrarme. Antes de que me digan esa frase final, han pasado meses de lucha, de angustias, de avances y retrocesos y yo mediando en el punto medio de la encrucijada. Es hilar muy fino, es verdad, es comprender exactamente el interior de la persona y saber sus verdaderos anhelos y también medir su fuerza y su afán para que vayan acordes y desesperarte cuando sabes que esa comunión entre fuerza y afán es real y segura y sin embargo ves retrocesos y en esos retrocesos compruebas la angustia y la desilusión........ Por eso cuando un día me dicen "ya, María, ya...", ese día es inmenso para mi.

Mi amigo tendrá que aprender a quererse, tendrá que darse cuenta de que es una de las mejores personas para querer. Tendrá que aprender a saber de su propia valía y aceptarla y asumirla y luego continuar su camino. Su corazón está preparado, pero su mente todavía no.

Mi amigo me da las gracias por mis palabras y, sin embargo, soy yo la que aprende tantas cosas de él..............



Hoy os dejo con una hermosa frase:


"Nada hay entre nosotros salvo este encuentro,

nada salvo esta despedida."

(Mahmud Darwish)

sábado, 14 de marzo de 2009

Las grandes proezas de la memoria


Este año me regalaron un calendario de mesa de Mario Benedetti.


Hoy vino a comer, como casi todos los sábados, el pequeño de mis hijos a casa. Se fue pronto y luego de recoger y fregar y demás cosas, me puse a tomar tranquilamente un café (descafeinado de máquina) con leche. Me fijé y vi que no había pasado las hojas desde el jueves y lo puse en su fecha, sábado. Seguí tomando el café y la vista volvió al calendario y me encontré con un trozo de un poema que dice:


"...la gran proeza,

la mejor hazaña

de la memoria,

es olvidarlo todo"


Estoy convencida, solo Benedetti puede ser capaz de decir tanto con tan pocas palabras.


Y me puse a pensar, a dejar volar la cabeza en esas cuatro líneas....


¿Cuál es la misión de la memoria? No soy una científica, es evidente, no tengo datos comprobados ni cosas por el estilo. Solo dejo volar la mente y que fluyan las ideas y los pensamientos como deseen....


Yo pensaba e intentaba escudriñar en mi propia memoria. Recordé que hace tiempo me di cuenta de que hay etapas de mi vida, sobre todo de mi infancia y de mi adolescencia, que tenía totalmente en blanco, como si no existieran... Realmente no recordaba absolutamente nada de esos detarminados momentos.... ¿Malas experiencias? Si, algunas si, algunas lo fueron y durante muchos años siguieron apartadas de mi cabeza; mas tarde, aún no hace tanto, conseguí revivir algunas experiencias gracias a la escritura automática; recordaba con persistencia una frase de mi madre y yo no sabía por qué la había dicho... Y lo supe. Y me entristeció... Y otros datos que tampoco recordaba, fueron apareciendo a continuación. Es como si hubiera abierto la espita de los recuerdos... Es verdad, conseguí comprender muchas cosas, incluso cosas que habían influenciado en mi manera de ver la vida, de actuar en ella, de pensar y de sentir.... Pero no me gustó. No vi que me hubiera beneficiado en nada recordar lo olvidado, todo lo contrario. Me hizo sentir mal.... Y de nuevo, inconscientemente, sin casi apenas darme cuenta, volví a meter todo en el baúl donde antes estaba guardado.


Y hoy, leyendo esos versos, volví a revivir la experiencia. Y comprendí que eran totalmente ciertos.


Ya se que las experiencias de nuestras vidas tienen una influencia en ella, buena o mala, pero la tienen....... Sin embargo, la memoria tiene una cualidad grandemente cualificada: OLVIDA.... No comprendo por qué a veces los psicólogos o psiquiatras se empeñan en rebuscar en el pasado; se que intentan hacernos comprender que somos como somos porque aquello, entre otras cosas, fue lo que nos pasó. Pero ¿de qué sirve saberlo? ¿vamos a cambiar por ello? ¿vamos a ser mejores personas solo por recordarlo? No, estoy convencida de que no. La memoria es inteligente, borra de nuestras cabezas lo que puede dañarnos; sigue estando ahí, evidentemente, pero lo aparta, como si nunca hubiera ocurrido. Y consigue que algunos dolores queden olvidados del todo, que el daño se aparte de nuestras vidas para poder continuar adelante. Y continuamos, incluso mas ligeros de carga, mucho mas ligeros. Quedan pequeñas sensaciones, como recuerdos atávicos del pasado, pero la memoria nos enseña a apartarlos de un plumazo porque solo son una carga, una rémora para continuar el camino...


Cuando volví a recordar lo que tenía olvidado, volví a sentir dolor, angustia y hasta una cierta desesperación, porque ya nada podía evitar lo que ya estaba hecho, lo que ya había pasado. Si, es verdad, también es verdad que comprendí algunas de mis reacciones ante determinadas situaciones de la vida. Pero realmente, no me aportó nada nuevo, nada que me hiciera sentir mejor, nada que me diera mas fuerza para continuar, nada que me iluminara el camino, nada... Solo sentía desasosiego, intranquilidad, negatividad..... Nada se podía cambiar ya, nada se podía evitar; lo ocurrido ya había ocurrido.... Nada se podía borrar... Yo no....


Pero la memoria, si.


Y necesitaba que así volviera a ser. Y entonces casi tuve una iluminación. Intenté perdonar, perdoné todo lo que pude y hasta me perdoné a mi misma............. Y dejé a la memoria hacer su trabajo........Y lo hizo........... Borró todo de nuevo, volvió a enterrar el dolor, la incomprensión, la angustia de no comprender.......... Y respiré aliviada. Volví a ser la que era, con la carga aligerada.


Y hoy, leyendo esos versos, comprendí lo sabia que realmente es la memoria.... Ni siquiera ahora mientras escribo recuerdo nada de lo olvidado, se que está ahí, pero nada de ello viene a mi memoria......... Y me siento tranquila, casi en paz conmigo y con el pasado.


Es sabia la memoria, lo es. Sabe que el pasado ha quedado atrás, que ya no existe. Sabe que tenemos que construir nuestro HOY y nos quita del medio todo lo que sobra, todo lo que estorba, todo lo que nos pudiera hacer caminar lentos o incluso no caminar....


Son una gran proeza las hazañas de la memoria, si....

viernes, 6 de marzo de 2009

Te buscaré, amor

Estoy escuchando la radio. Son todas canciones melódicas. Y en castellano. Eso me gusta, por lo menos entiendo lo que dicen.

Hace ya mucho tiempo que no escribo nada. A veces ocurre que los problemas te paralizan ¿no os ha pasado nunca? He tenido el tiempo justo para intentar solucionar los problemas mas urgentes. Y alguno se solucionó, si. Son como rachas que te sacuden en otoño y no dejan ni una sola hoja en tu árbol. El viento ha sido muy fuerte para mi, a punto estuvo de derribarme, pero hubo algunas cosas que me mantuvieron agarrada a lo positivo de la vida, aunque a veces me decía a mi misma: "Venga, tú que tanto hablas de positividad, que haces campaña de ella con todo el mundo, que la predicas como un dogma de fe a todo el que te quiere escuchar, venga, ahora dime qué tanto de positivo estás sacando de todo ésto"... Y tengo que admitir que me ha costado y me cuesta entrever un mínimo rayo de luz en medio del caos que me rodea. Lo peor está a punto de acabar, lo se. Aunque quizá no sea lo peor, sino solamente lo que se palpa, lo mas urgente y también lo mas cotidiano.

No hace mucho escribía "a veces me gustaría ser capaz de no sentir... o de sentir poco". Y sigo pensando lo mismo, exactamente igual. Quisiera ser capaz de cerrar la puerta de mis sentimientos siempre que me apeteciera, ser capaz de no sentir dolor, tristeza, angustia, miedo y, sobre todo, quisiera no sentir soledad... Es algo curioso lo que ocurre, porque ahora resulta que la mayoría de mis amistades dan por supuesto que ya estoy acostumbrada a vivir sola, a estar sola, a llegar a casa y no encontrar nunca a nadie. Si, claro, puede que la culpa sea mía, porque muchas veces digo que mi casa se ha convertido en mi refugio, pero lo que no añado es que es mi refugio de soledad, el sitio donde puedo permitirme incluso que los ojos se me llenen de lágrimas al entrar en ella. La gente habla conmigo y me cuenta y dice y yo escucho y contesto y razono y explico. La gente se siente segura cuando habla conmigo porque jamás juzgo, sienten que les escucho porque es así, sienten que les doy fuerza porque eso es lo que intento, ven mejor el camino a seguir porque procuro hacerles ver el principio de la encrucijada y les razono cada una de las opciones a tomar.....

Pero no hace mucho tampoco, otro amigo me decía también "¿y tú en quién te apoyas, quien te escucha y quien te ayuda a tí?".... Y muchas veces estas palabras siguen bailando delante de mis ojos, sobre todo en tiempos como ahora, en días como hoy........

Tengo grandes amigos, os tengo a todos vosotros que me lo habéis demostrado con creces y tengo otros mas que veo un día u otro y con los que hablo un día u otro también. ¿Pero dónde está ese hombro sobre el que yo pueda llorar hasta quedar agotada? ¿Dónde está ese abrazo que libera todas las nubes? ¿Dónde está ese beso que te devuelve la vida y te renace por dentro y por fuera? Y es que os voy a decir un secreto: puedo vivir sola el resto de mi vida, pero no puedo vivir sin amor...no puedo.

Necesito el amor como la esencia vital de mi vida, como alimento y base de mis fuerzas, como energía vigorizante de toda mi existencia. Y ahora no lo tengo.

Pero lo buscaré............ Y lo encontraré.

Porque ahora no lo tengo, pero lo he tenido. Porque he amado y me han amado mucho. Y ésto es real. Y no una sola vez, sino varias veces, de manera que realmente soy rica en amor, en amores. Porque uno vino cuando otro se fue y a veces uno se fue cuando otro vino. Pero todos fueron grandes e intensos.

Y porque lo conozco lo echo de menos, mis manos y mis labios lo recuerdan y mi cuerpo entero lo reclama y mi espíritu necesita su alimento.... Y su falta es lo que acrecienta mi soledad y la que hace que incluso las nubes a veces consigan tapar cualquier rayo del sol que caliente el alma.
Pero te buscaré y te encontraré. Viajaré hasta los confines del mundo si hace falta, subiré montañas y recorreré valles, bajaré hasta los acantilados y nadaré sobre las olas, caminaré bajo la lluvia y recorré el camino del infinito, andaré entre multitudes y en soledad, gritaré tu nombre y buscaré en el eco dónde estás.... Te encontraré.



Os dejo con unos versos de un poema de M. Benedetti "La soledad de Babel"


La soledad es nuestra propiedad más privada
viejo rito de fuegos malabares
en ella nos movemos e inventamos paredes
con espejos de los que siempre huimos
la soledad es tiempo / veloz o detenido /
reflexiones de noria / espirales de humo /
con amores in vitro / desamores in pectore /
y repaso metódico de la buena lujuria
la soledad es noche con los ojos abiertos
esbozo de futuro que escondió la memoria
desazones de héroe encerrado en su pánico
y un sentido de culpa / jubilado de olvido
es la tibia conciencia de cómo deberían
haber sido los cruces de la vida y la muerte
y también el rescate de los breves chispazos
nacidos del encuentro de la muerte y la vida
la soledad se sabe sola en mundo de solos
y se pregunta a veces por otras soledades
no como via crucis entre ánimo y ánima
más bien con interés entomológico