sábado, 23 de agosto de 2008

Relaciones a partir de los 40


SEGUNDA PARTE

"Sin compromisos"

No puse el título a la primera parte, se me olvidó, por eso como no se si lo habéis pensado o no, yo os lo aclaro. No estoy hablando en ninguno de los dos casos de los locos, apasionados y febriles amores de juventud, no; esos precisamente creo que son los mas puros y sinceros y uso la palabra "puro" en su significado de "libre y exento de toda mezcla de otra cosa" y "que no incluye ninguna condición, excepción o restricción ni plazo". Esos primeros amores son lo mejor que a todo el mundo le puede pasar, incluído el sufrimiento con que se viven y con que se acaban........ No, no hablo de ellos. Hablo de la época adulta, la que debiera caracterizarse por la madurez y la seriedad en comportamientos y compromisos.

Pero ahora esa frontera ya no existe, parece que se va diluyendo mientras intentamos abrazar la eterna juventud...... No es bueno dejar pasar el tiempo por encima de nuestras cabezas, hay que espabilarse, hay que salir con los amigos e ir al pub a beberse unas cuantas copas (no muchas ahora, que hay crisis, tener cuidado), no vaya a ser que te quedes desfasado y te pierdas los lugares de moda; hay que ir al gimnasio y ponerse a dieta, no se puede permitir que los años se noten en el cuerpo, tengo 40-50 años pero hay que ver lo joven que estoy ¿verdad? que me miro en el espejo y estoy hecho un chaval; y tampoco puedemos dejar de ir a los mismos sitios que los auténticos jóvenes por dos motivos, una porque, ya lo dije, eres un chaval y otra para intentar que la juventud se nos contagie y aún encima nos lo creamos.....

Pero la vida continúa (lo que verdaderamente es un alivio) y de repente, tú mujer, te encuentras con el hombre que te gusta (ya expliqué lo de "me gustas" en la primera parte). El ya te ha dicho que le gustas y tú le has respondido que te pasa lo mismo. En principio parece que todo marcha de maravilla, os veis, os llamáis, vais juntos casi a todas partes..... durante 1 mes o poco más. De repente, él no llama como antes, te das cuenta de que eres tú la que está llamando casi siempre, ya no os veis nada mas que los fines de semana y algún que otro día. Y te mosqueas, evidente.

"¿Qué es lo que te pasa? no me llamas y apenas nos vemos"....¡Acabas de cometer el error de tu vida!.... La última vez que os habíais visto ya le habías preguntado si de verdad le gustabas y él ya te había contestado, medio mosqueado, aquello de "¿pero es que no te lo dije? ya te dije que me gustabas, no hay que darle mas vueltas, estamos bien así ¿no? para qué complicarlo mas..." Tú ya te habías quedado con la boca abierta sin saber qué decir o ya le habías contestado con una fresca mas grande todavía.... Pero ahora quieres indagar más, ahora no te conformas y quieres saber por qué rayos parece mas distante, aunque, por otra parte, te dices a tí misma, seguro que son imaginaciones mías.... No, chica, no imaginas, sientes, percibes, te das cuenta de que no es como habías pensado. Y quieres saber.

Porque, amigos/as míos/as, lo normal es querer saber y para saber hay que preguntar. Cuando la mujer te mira con cara de interrogación, no es que le de vueltas en su cabeza a mil historias sin fundamento, no, ella está intentando adivinar qué es lo que rayos pasa para que las cosas no estén como hace apenas 15 días y, sin embargo, tú la siguas achuchando cuando estás con ella como si te fuera la vida en ello. Y no entiende ese cambio y no entiende tu actitud. Claro, tú es que no te paras a pensar que estás cambiando, encuentras normal absolutamente todo....para tí.

Y cuando ella te prengunta qué pasa, tú te pones a la defensiva y dices "¿por qué? no pasa nada, ¿qué va a pasar?". Pero ella insiste, porque "siente" que no estás diciendo la verdad. "¿Es que tenemos que estar juntos los siete días de la semana?" y ella piensa "¡Ojalá!", pero se calla o te dice "¡Yo no estoy hablando de eso!", que viene a ser lo mismo, claro. "Mira, tía, no nos agobiemos, eh, tampoco hay que estar pegados... No se tú, pero yo necesito mi espacio". Y a ella se le pone un nudo en el estómago... ¡zas, ya salió la palabra mágica!... Espacio, MI espacio... Traducción rápida en la cabeza de ella: "¡sin compromisos!".... Y acertó.

Es cierto, por supuesto, que todos necesitamos nuestros momentos de intimidad con nosotros mismos y que además no nos apetece compartir, necesitamos ver a los amigos y amigas y echarnos unas buenas parrafadas con ellos y ellas y, a ser posible, sin la presencia de la otra parte, o sea, sin la parte contratante de la primera parte.... Todo eso lo sabemos de memoria y todos lo compartimos en mayor o menor medida. Doy ésto por supuesto. Pero cuando ésto funciona así, simplemente se dice "Oye, mira, mañana he quedado con los amigos/as para tomarnos unas copas ¿vale? No se a qué hora estaré de vuelta, pero si no es muy tarde, ya te llamo o te llamo al día siguiente". Y la cosa queda clara y todos tan felices y tan contentos. Te has pasado una tarde con los amigos/as de p..ta madre y luego continúas tu vida normal. Esto es lo lógico cuando le has dicho a alguien que te gusta y estás saliendo con ella/él, que te quede claro.

Pero lo que hace mosquear a esa mujer tan "rara que viene sin libro de instrucciones" es que no digas nada de nada, dejes de llamarla con la misma asiduidad de siempre y de veros casi todos los días y pretendas no dar ni una sola explicación y que, aún encima, te comprendan y respeten todas esas decisiones tomadas unilateralmente. No, la cosa no funciona así, muchacho, para nada. Si llevas uno, dos o tres meses saliendo juntos eso quiere decir que hay algo mas que una simple amistad; recuerda, te gusta y le gustas, eso fue lo hablado, lo dicho, lo aceptado... No puedes pretender cambiarlo de golpe sin que haya unas consecuencias. Si tú necesitas TU espacio y para eso necesitas estar menos tiempo juntos, eso es algo que tienes que hablar y pactar. Si llegáis a un acuerdo, bien, estupendo, pero si no, tienes que escoger, simplemente eso, escoger y hacerlo con lealtad y seriedad... Porque ella te ha dado su tiempo, su espacio, sus besos, sus palabras, su cariño, su cuerpo y tú tienes la obligación de respetar ese regalo....

Hablemos con seriedad y sinceramente, aunque solo sea por esta vez. ¿Te apetece estar realmente con ella, estás a gusto en su compañía, de verdad te gusta? ¿O lo que ocurre es que te gusta estar con ella solo de vez en cuando, tomar algo, pasar una buena noche y luego seguir tu vida de antes? Si es lo primero ¿por qué demonios estás a punto de echar todo a perder por unas juergas con los amigos y sin tenerla a ella en cuenta? Y si es lo segundo ¿por qué le dices que te gusta y no eres sincero y le dices que solo te apetece estar de vez en cuando y simplemente pasar bien ese rato?

¿Y tú dices que las mujeres son complicadas, que no traen manual de instrucciones? Sería mas sincero decir que lo que ocurre es que no eres capaz de asumir un compromiso y que cuando notas que la cosa se pone seria te entra pavor y empiezas a dar marcha atrás con lo que tú imaginas es una buena estrategia. Pero no lo es. Que tú no entiendas que el estar con una persona es un compromiso desde el primer instante, no quiere decir que tengas derecho a pisotear el compromiso de los demás....

Y de nuevo se vuelve a llenar mi casa de preguntas, incomprensiones, angustias y un leve toque de rabia contenida.

No, amigos cuarentañeros y cincuentañeros, no, ya no sois los jóvenes que pensáis que sois, aquél que echáis de menos e intentáis suplir con una total falta de equidad. Recordar, cuando erais realmente jóvenes, asumíais que estar con una chica era estar con ella y no con los amigos, que cuando llegaba el momento de echar de menos a aquellos sabíais que había llegado el momento de hablar con ella y apartaros directamente de su camino; que lo hicierais mejor o peor ese ya es otro tema, pero no os engañabais, no. Pero ahora os creeis que para seguir siendo jóvenes tenéis que manteneros en el "grupo" y cuando notais que eso puede acabarse, entonces viene la fase de pánico y aquello de "¡a mí no me pescan otra vez!" y dais la espantada y la callada por respuesta. Cuando llega ese momento, no sabeis reaccionar con la lealtad y la seriedad que se espera de vosotros, no; dais largas, no llamais, engañais y dais de lado a esa mujer tan rara que ha aceptado el compromiso de estar con vosotros.

¿No os dais cuenta de que siempre es mejor decir lo que realmente está pasando? Seguramente no podréis evitar su sufrimiento, pero al menos no se sentirá engañada ni humillada y con toda probabilidad conservaréis una amiga para toda la vida, puede que no, pero casi siempre es así. Pero si no deciis nada, si simplemente os limitáis a dar largas, a quedar de vez en cuando con ella y, sobre todo, aprovecháis ese momento para acostaros con ella, ¿cómo pensáis que se puede sentir? Yo os lo digo: desconcertada, confusa, cabreada y, sobre todo, humillada... Cuando ella reacciona y te manda a freir espárragos, ya ha pasado por todas esas fases y el daño que le has hecho ya es mil veces superior que si hubieras sido sincero....

Y de nuevo se vuelve a llenar mi casa de corazones profundamente heridos, de impotencia, de amargura y de una rabia que de leve ya no tiene nada.... Y yo tengo que pasar horas intentando recomponer esos corazones rotos, para que no sufra las consecuencias ni ella ni el siguiente que ha de llegar....